El gigante egoísta
El Gigante Egoísta, es una corta historia que se destaca por la utilización de personajes mitológicos como es el protagonista el cual es un gigante, su compañero un Ogro y la llamativa integración del ambiente interactuando con los demás personajes, dotando de vida todo el relato de la historia para hacerla más interesante.
Es una historia infantil que impregna de buena moral a sus lectores, con un final reflexivo que no deja de ser maravilloso, con una lección de vida realmente conmovedora.
Resumen
El gigante egoísta posee un hermoso jardín. Unos niños aprovechan que el gigante va de visita a casa de un ogro para disfrutar de su jardín. Cuando una tarde el gigante regresa de visitar a su primo, sorprende a los niños; los echa y construye un muro para evitar que vuelvan. Pero, sin los niños en el jardín reinó la tristeza. Los árboles no daban flores ni frutos, los pájaros no trinaban y no hubo ya primavera en él. Solo inviernos. Pasado el tiempo, los niños entraron al jardín por una abertura y todo el lugar reverdeció. El Gigante quedó maravillado y pensó que había sido egoísta; derribó el muro y él mismo invitó a los niños a jugar. A poco notó a un muchacho muy pequeño que no podía trepar a un árbol y que se sentía desdichado. El Gigante ayuda al muchacho a trepar a un árbol al que quiere subir, y el niño, agradecido, le besó. Tras ello, el gigante se conmovió y anunció: «Desde ahora, éste es vuestro jardín, queridos niños».
Paso mucho tiempo para que el gigante volviera a ver a ese niño, quien apareció bajo un hermoso árbol blanco y al mostrarse tal cual era, llevó al gigante a su jardin que era el paraíso.
Esa tarde los niños encontraron al gigante muerto bajo el árbol, cubierto de capullos blancos.
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